¡El de toda la vida!

Pero más fácil… imposible.

Nos hemos liado siempre a mezclar los ingredientes en un orden concreto, a poner las claras de los huevos a punto de nieve antes de mezclarlo con el resto…  Hasta que el otro día tomamos bizcocho hecho por mi suegra, como muchos fines de semana, y me preguntó «¿Qué? ¿Qué tal está?» y le dije «Pues buenísimo, como siempre». Pues fíjate, ¡confesó! Había echado todos los ingredientes a la vez y los había mezclado con la batidora. Lo metió en el molde «engrasado» con un poco de mantequilla, en el horno precalentado y… voilá!… el bizcocho de siempre… versión express.

Os dejo aquí los ingredientes y un par de instrucciones. Es el postre o merienda por excelencia, porque gusta a pequeños y mayores, lleva ingredientes que seguro tienes en casa y haces en un santiamén.

Ingredientes:

4 huevos

1 yogur natural azucarado (si prefieres un toque de limón el de sabor limón)

1 cucharadita (que no sea de las muy pequeñas para café, mejor de las de moka) colmada de esencia de vainilla

100 gr de mantequilla (a ser posible que se haya derretido o quedado blandita de forma natural)

3 vasos (el del yogur) de harina

2 vasos de azúcar

1 sobre de levadura Royal.

Pasos:

Precalentar el horno a 180ºC.

Mezclarlo todo. Yo lo mezclo en la Thermomix y lo dejo un minuto dando vueltas sin el cubilete para que le entre aire.

Engrasar con un poco de mantequilla derretida el molde (redondo, rectangular… ¡como quieras!).

Echar toda la mezcla en el molde.

Meter el molde con la mezcla en el horno 35 minutos. Paro el horno pero dejo el bizcocho un rato más sin abrir. Unos 5 minutos. Lo saco y dejo que se enfríe.

Así sale bien en el mío… pero cada horno es un mundo, así que comprueba que esté hecho pinchándolo con un palillo largo o un cuchillo. Si sale impregnado en la masa, todavía le queda un poco. Si sale limpio… ¡está listo!

Yo suelo dejarlo así, al natural, pero siempre puedes echarle por encima chocolate de cobertura, azúcar glace… o decorarlo a tu gusto.

¡Bon appetit!