Es un plan bastante común, pero tan recurrente…

Los niños se lo pasan en grande mientras ven animales que ya conocen, otros que normalmente sólo ven en la tele y otros cuyo nombre no son capaces ni de pronunciar (¡ni nosotros!).

Hasta hace poco pensaba que mis niñas eran demasiado pequeñas para esta aventura (y digo aventura porque pequeñas sí que son, y tres… hace que cualquier plan merezca un Aumnnnnnn y una dosis extra de paciencia y planificación).

El caso es que en el último mes se nos han alineado los planetas y hemos ido a Faunia y al Zoo.

Los dos están muy bien para ir con los niños. Tienen facilidades como la compra online anticipada de entradas y menús para comer, con descuentos interesantes. También tienen descuentos para jubilados, familias numerosas, mutualistas (de la Mutua Madrileña)… e instalaciones para comer amplias y cuidadas, con microondas, cambiadores en los baños… La pena es que aún así no es nada barato. Las entradas, la comida, el parking… desde luego no es para ir todos los fines de semana.

En cuanto a los animales (que es al fin y al cabo lo que vas a ver), me pareció más completo el Zoo, porque tiene más animales reconocibles por los niños (jirafas, osos panda, cebras, monos, elefantes, rinocerontes…) y un acuario mucho más grande, con peces enormes. De Faunia me gustó su originalidad, en espacios como la «Guardería de Dragones«, los «Dinosaurios«, una exposición de animales venenosos…

Los dos me gustaron, pero quizás diría que Faunia es más disfrutable por niños de más de 6 años. Hay mucha cueva oscura para recrear el hábitat de los animales, y más de un niño salía llorando.

En cualquier caso, ambos merecen la pena.

Un consejo… en invierno no esperéis a los últimos pases de animales marinos… empieza a oscurecer y … ¡hace un frío que pela!

¡Feliz semana!