Una mañana cualquiera de las Fiestas Navideñas con dos niñas, un bebé, padre, madre, y los abuelos… de excursión. Hasta ahí… estupendo. ¿El Plan? Ir a la Casa de Campo, subir al Teleférico, disfrutar de las vistas de Madrid y dar una vuelta por la Casa de Campo antes de comer. Un Plan sencillo y fácil de poner en práctica ¿no? ¡Pues no!

El Teleférico tiene dos sitios donde te puedes subir: una en Pintor Rosales, la otra en la Casa de Campo. Pues bien, la de la Casa de Campo parece un misterio por resolver, porque estuvimos una hora dando vueltas y no conseguimos encontrarla. Ni una señalización, ni una indicación. Y eso por lo menos tres de cuatro adultos conocían la zona (yo creo que era la primera vez que iba… ¡imperdonable! ;-)).

El caso es que el «¿¿¿cuando llegamos???» se empezó a hacer un poco insufrible, y optamos por la opción B: Pintor Rosales.

Ya era casi la hora de comer, y nos encontramos con un acceso más que complicado con sillita para bebé y una cola interminable que no avanzaba, y que, encima, era sobre las mismas escaleras de toda la vida. ¡Aquello no ha cambiado nada en 30 años!. Resulta que las cabinas iban más rápido que los pasajeros porque sólo había una persona en Taquilla, y una máquina expendedora de billetes estaba averiada.

Después de tres cuartos de hora conseguimos llegar a la Taquilla, y comprar los billetes. El descuento de la Mutua Madrileña era sólo hasta el 31 de Diciembre (ahhhhh) y el carnet de Familia Numerosa no valía, tenias que ser miembro de la Federación de Familias Numerosas (lo cual no parece muy razonable, la verdad). Parece mentira que una atracción turística de tanta solera como el Teleférico de Madrid esté tan mal organizado en un día como el 4 de Enero, que Madrid está de bote en bote.

Podríamos haber comprado los billetes por Internet, y habríamos entrado más rápido (ahí estuvimos lentos) pero sorprendentemente, aunque en la página web del Teleférico indica que hay descuentos al comprar por Internet, el precio es el mismo que si lo compras en Taquilla (Niños menores de 3 años Gratis, Adultos 4€ el billete de ida, 5,80€ el de ida y vuelta). Sólo hay descuentos en los menús de la Cafetería.

En fin… Hicimos el viaje de ida y vuelta sin siquiera bajarnos en la Casa de Campo porque ya era tardísimo. ¡Teníamos que comer! Menos mal que de rebote acabamos en el restaurante Sagardi de la Casa Vasca de Madrid y se nos arregló el día.

Conclusión: El viaje en Teleférico merece la pena porque las vistas son estupendas. Pero hay que ir con tiempo, paciencia y comprar las entradas por Internet. Cuanto menos dependas de la organización de los demás… mejor.

¡Feliz fin de semana!