Es increíble cómo algo tan simple como el color de un vestido puede tener un impacto semejante.

Seguro que ya lo habéis visto, o por lo menos habéis oído hablar de él. ¿No? Pues os traigo la foto de la controversia. ¡Esta es!

Todo empieza cuando Caitlin McNeill, cantante escocesa y usuaria de Tumblr, decide pedir ayuda a sus seguidores para hacerles una inocente pregunta: ¿de qué color es este vestido? Dice que ella y sus amigos no son capaces de llegar a un acuerdo y se «están volviendo completamente locos». Es el vestido que la madre de una amiga suya que se va a casar va a llevar a la boda. La madre manda la foto a la hija, y la hija no se pone de acuerdo sobre el color con su prometido. Piden opinión a Caitlin y ella… a sus seguidores.

La duda ha creado un cisma a nivel mundial: entre los que ven el vestido blanco y dorado y los que lo ven azul y negro. ¡Horror! Yo lo veo azul y dorado. Pero vamos… ¡clarísimo! Lo mire por donde lo mire… ¡Ups!

Parece ser que la razón de estas diferencias entre personas se debe a una ilusión óptica, en la que la relación del objeto con el entorno cambia la percepción que tenemos del objeto. La iluminación de la sala en la que estemos, nuestra edad, el contraste y orientación del monitor, etc., puede hacer que lleguemos a una conclusión y que ésta no coincida con la de la persona que tenemos al lado.

El caso es que no nos ponemos de acuerdo. Han discutido sobre ello deportistas de élite, actores, cantantes y todo tipo de  personajes de la farándula. Por supuesto, #thedress se ha convertido en trending topic mundial.

¿Queréis saber cómo es el vestido en realidad? ¡Pues aquí está la foto! Por supuesto, la empresa que lo comercializa ha colgado el cartel de «de nuevo en stock». Los caminos del éxito son inescrutables, está claro.