Sí sí… como lo leéis… Chema Martínez… ahí es ná. Uno de los grandes fondistas españoles de la historia y ahora asiduo de retos y aventuras imposibles para el resto de los mortales.

Así que cuando me dijeron Oye, que vienen Gonzalo (que se está preparando para correr una maratón, dato importante) y Loreto (de entrenamiento habitual) el sábado para salir a correr con nosotros. Vienen con Chemita… me empezó el tembleque de piernas. Las sensaciones e ideas se me agolpaban en la cabeza. Iba conduciendo y ya no me acordaba de a dónde narices iba ni para qué.

¿Cómo? ¿Chemita? ¿Correr? ¿yooooooooo? ¿Por quéééééééééééé?

Todo eso salió de mi boca, pero lo que intentaba era hacer un cálculo mental sencillo:

Vamos a ver… si peso 2 kilos y medio más que hace dos meses y llevo sin correr con cierta rutina…. meses, no sé, ni me acuerdo… sobreviviré unos… ¿500 metros?

Así que me encontré con dos opciones:

1. Fingir un ataque repentino de algo
2. Ignorar el nudo en el estómago, no hacer ningún plan para el viernes a la noche, ir a comprar kilos y kilos de fruta y calzarme las zapatillas con la mayor dignidad posible.

Así que aquí estoy… unos días más tarde, viva, con ampollas en un pie y agujetas en partes del cuerpo que no sabía que existían. Oye, pero con una satisfacción… 😉

El caso es que la cita fue a las 9.00 am. Cuando ya estuvieron todos intenté retrasar lo inevitable ofreciendo cafés a diestro y siniestro. Nada, ni caso. ¡Llegó el momento! Salimos a la calle y ala, ¡a trotar! Necesité unos cientos de metros para medio relajarme, y luego…. pues mira… a un ritmo tranquilito, de medio charleta… (claro, para Chema esto era como levantarse a por un yogur al frigo) vamos avanzando. ¡Puedo! ¡Soy capaz!

Algunos consejillos (Importante: las zapatillas deberán ser 1 o 2 tallas más grandes que tu número. Ahí mi primer error y de ahí mis ya mencionadas ampollas) y anécdotas después, los más comedidos emprendimos el regreso a casa. Chema y Gonzalo siguieron. Tenían que hacer series (a mi me sacas de Juego de Tronos y ya no sé de lo que hablan).

El total… 7,800 kms… y sin heridos. ¡Un éxito!

En síntesis:

• Gonzalo es un liante, pero le queremos, porque sus líos terminan siendo un plan magnífico
• Chema es un tipo encantador, interesante y lleno de energía que devora fruta 😉
• Sus respectivas mujeres merecen la mención de honor
• Estoy orgullosa de mi misma y esta sensación tiene que repetirse así que me voy a hacer inmediatamente con unas Adidas Energy Boost gigantes.

¡Prueba superada!