¡Quién me iba a decir a mi que iba a perder la cabeza por un bolso amarillo!

¿Qué me está pasando? ¿Pantone me ha abducido? 😉

El caso es que la semana pasada fue mi cumple (vamos creciendo, sí) y uno de los regalos que tuve fue un precioso bolso amarillo y un foulard a juego. Dos complementos que me encantan (en la Universidad algun@ que otr@ me identificaba como «la chica de las Pashminas», ahí queda eso).

El caso es que es un color que ahora me gusta mucho, pero como no estoy habituada, he tenido que investigar un poco para inspirarme en cómo combinarlo.

Yo me lo imaginaba con un vestido de rayas blancas y azules, pero he descubierto un montón de opciones más que me han convencido: con negro, con blanco, con azul marino… con vestidos, con vaqueros, con pantalones de cuero, con falda larga… mil opciones! Y también lo visualizaba con unos zapatos amarillos que no conseguía encontrar, pero me he dado cuenta de que no es necesario que vayan a juego. De hecho, creo que es mejor que el único punto de color amarillo sea el propio bolso, quizás con el foulard que tiene un poquitín de amarillo, sin quitarle mucho protagonismo. Esto está genial porque el regalo pasa de ser un caprichazo a ser un complemento al que le voy a sacar un montón de partido.

Por cierto que el foulard es de El Corte Inglés y el bolso de Coach, comprado en Las Rozas Village (¡los descuentos merecen muuuuuuucho la pena!).

Os dejo con los looks (los tenéis todos en mi carpeta de Pinterest LOOKS PRIMAVERA VERANO). ¡Feliz miércoles!