Después de esa dosis de Historia… dedicamos el viernes a Peñafiel.
Visitamos primero el Castillo de Peñafiel. Está bien, pero habiendo estado el día antes en el de la Mota… éste nos gustó menos (es más pequeño, y en las explicaciones no incluyeron mucha historia ni nos situaron tanto en el quién-cuándo-cómo). Interesante sin embargo el Museo Provincial del Vino que está en el Castillo.


Fuera visitamos las Bodegas Protos. Yo no había visitado nunca una Bodega, y me gustó mucho. La historia de la bodega, cómo había ido creciendo (increíble lo que producen y venden)… nos explicaron cómo se almacena el vino, cómo se limpian las barricas, cómo se conserva y almacena el vino… eché un poco en falta sin embargo que nos enseñaran los primeros pasos: la siembra, la recogida, la extracción del mosto… Terminamos la visita con una cata de un vino blanco y un tinto. Las bodegas son atractivas porque tienen una parte más antigua, la original, con 2 km de galerías subterráneas donde almacenan vino en barricas debajo del Castillo, y otra nueva, del arquitecto Rogers Stick Harbour & Partners.


Por aquello de no perder las curvas, fuimos a comer al restaurante C21, que pertenecen a las Bodegas de Emilio Moro. Un menú degustación que por lo general estaba buenísimo y a un precio razonable. Magnífico fin de escapada.
¡Feliz Puente!

Que envidia!!! Que ganas tengo de hacer yo también una escapada, aunque sea aquí al lado!!!
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