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El viernes puse rumbo a San Sebastián!
Yo solita. Casi sin equipaje, sin niños, sin marido… Raro raro raaaaaaaarooooo…

Hay algunos detalles que me han parecido curiosos y que me gustaría compartir, así que ahí va este pseudo diario. Lo he ido escribiendo sobre la marcha, así que espero no volveros locos con los cambios de tiempos.

Viernes

Ya estoy en el aeropuerto! Aún no me creo que me vaya.
Me encantan los aeropuertos así que me alegro de haber venido con tiempo. Me encanta observar la gente. Cómo visten, cómo actúan. Intentar adivinar de dónde son, a dónde van, qué tipo de vida llevan. ¡Toda una inspiración!
Hace dos días reservé en la página de AENA plaza en el parking del aeropuerto. Ha sido un descubrimiento, porque resulta que tienes tarifas especiales para el fin de semana no sólo en los parkings de larga duración (que funcionan fenomenal), sino también en los propios parkings de las terminales. Son un poco más caros que el de laga duración, pero es el donde he reservado porque aunque a la ida me daba igual, a la vuelta quiero estar cuanto antes en casa. El ticket del parking te sale directamente con el número de reserva de plaza porque reconoce la matrícula, y te aplican la tarifa especial al pagar.
Luego auto check in para sacar la tarjeta de embarque (sólo llevo una maletita en la mano) y a por un café! Me aprovisiono de revistas (para toda la semana!) y en el Mc Donalds me pido (en el easy order, vaya inventos) un café y un croisant. Yo realmente quería un donut, pero en el último momento me he pedido un croisant por aquello de que parece menos «grasoso». ¡Error! El croisant está malísimo, ¡que rabia! De darte un capricho… ¡Por lo menos que esté bueno! Sorprendentemente el café me sabe a gloria.

En fin… ¡Relax! Un poco de lectura y ¡al avión!

Para el viaje he elegido ropa cómoda: bailarinas negras, un short negro y una camiseta estampada. En los hombros una mochila blanca y dentro una blazer de lino. Lo bueno de este outfit es que es fácilmente transformable para la noche. Tengo cena y no sé si voy a pasar por casa. Cambio las bailarinas por unos salones negros y la mochila por un bolso de mano rojo y… ¡listo! No me saqué foto así que os he traído las mismas prendas (o lo más parecidas posible).

Shorts de Zara

Bailarinas de Pretty Ballerinas

Bolso de Luisa Plaza

Mochila de Tous

Zapatos de H&M

Blazer de Acàndria

Ya en San Sebastián, he ido a comer con mi hermana a la terraza de La Perla. Nos queremos poner al día en dos minutos y no nos dejamos ni hablar la una a la otra.  Qué gusto comer con vistas a la Playa de la Concha y en buena compañía… Rematamos la comida con un café con leche con hielos preparado que me sienta de muerte porque hace un calor pegajoso increíble!

Por la tarde hemos ido un poco de shopping y me he quedado de piedra cuando he visto el nuevo Zara que han abierto en el centro. ¡El más grande de España! Si es que aqui no se hace nada a medias, ¿eh? Es la tienda de Zara que más vendió en todo el mundo el día de su inauguración. Repitió los dos fines de semana siguientes a la inauguración, siendo la tienda de Zara con mayores ventas del mundo. Pero con lo pequeño que es San Sebastián… ¡es increíble!

Pero como yo en Madrid ya tengo toda la batería de tiendas Inditex más que controlada, hemos ido a Acàndria, una tienda diferente, con prendas distintas a precios más que asequibles. Así que volveré con la maleta a explotar. Un jersey, una blusa, una falda y unos shorts. Para no querer comprar nada no está mal ¿eh?

 

 

 

 

 

 

 

 

Por la noche he quedado con una amiga y hemos cenado en Gros, en el restaurante Anda Mari. Me sorprenden dos cosas. Primero, que hay poquísima gente en los restaurantes, y segundo, que han abierto muchas tiendas pequeñas de ropa especial que están funcionando genial. Echo un poco de menos eso, la variedad, la diversidad de estilos y de prendas. El pequeño comercio, al fin y al cabo.

Después de ponernos al día en una conversación que ha empezado atropellada y con constantes interrupciones por ambas partes, hemos decidido respirar un poco, tomar aire, y tomarnos un cacharrito en la Gintonería. ¡Buff! ¡Qué a gusto! Me he ido a la cama agotada y satisfecha. ¡Mañana más!