Me encantan las gafas de sol. Tendría una de cada color, de cada material… ¡de cada forma! Las uso todos los días y me parecen un complemento perfecto. Me gustan divertidas y serias… me gustan todas. Y creo que es de lo poco de lo que no me fío mucho del «low cost». El cristal tiene que ser bueno.
Pero luego, como tantas otras cosas, se van amontonando en un cajón. No encuentras las que buscas cuando las necesitas y puede que se estropeen por guardarlas de forma incorrecta.
Por eso, y como estoy en plena reorganización de armarios… he buscado ideas de almacenaje para las gafas de sol. ¡Espero que os gusten!